
Para que la ley de atracción funcione como lo deseamos es muy importante la CAPACIDAD DE SABER ELEGIR y las EMOCIONES que depositamos en nuestra elección.
En muchas ocasiones he visto gente desilucionarse acerca de la ley de atracción y las he oído decir "a mí no me funciona".

La ley de la atracción funciona siempre, grábatelo!.
Es como la ley de gravedad. Uno puede creer que no pasa nada, pero siempre pasa algo! ¿Por qué? Por la sencilla razón de que estamos atrayendo tanto lo que deseamos como lo que no deseamos.
Dejame que te lo explique de esta forma. Tu deseo es tener un automovil, lo visualizas, eliges modelo, color. De pronto ves en el diario una oferta especial del mismo auto que habías deseado, con una financiación conveniente. El Universo te está mandando las señales! Comienzas a pensar en las cuotas que deberás pagar. Al principio estás entusiasmad@, después haces cuentas y reparas en otros gastos que tienes. Te preocupas de antemano cómo lo pagarás! En medio de ese torbellino de emociones negativas, suena el teléfono y es tu pareja que te avisa del reclamo de una deuda inesperada que debes pagar sí o sí. Literalmente sientes que ese deseo de comprarte un automóvil se desinfla como un globo pinchado. Entonces piensas "esta ley no funciona! &%$#$! Deseé un auto y lo único que recibo son deudas!"
En este ejemplo puedes observar que el enfoque de atención primero estaba puesto en el auto. Esa atención iba acompañada por la emoción correcta: alegría, entusiasmo. Todas, emociones derivadas del AMOR. Entonces tenemos la elección y la emoción adecuada. Aparece la Señal! el aviso en el diario con una oportunidad excepcional.
Al pensar en las deudas cambias el enfoque de atención hacias las cuotas, las cuentas que pagar y entonces la emoción también cambia: duda, inquietud, miedo; son emociones que derivan del TEMOR. El Universo responde: llega una deuda inesperada.
Atraemos tanto lo que deseamos como lo que no deseamos.

En la inmensidad de nuestros pensamientos concientes o inconcientes, existe lo que se llama PENSAMIENTO PROMOTOR.
El Pensamiento Promotor se motiva en una de las dos emociones que nos dominan: Amor o Temor. Este pensamiento es el que genera la energía que mueve la Ley de Atracción.
Es el primer pensamiento, el impulso inicial. Algunos lo reconocen como INTUICIÓN.
Pasamos del amor al temor y del temor al amor contínuamente. Cuando tenemos algo deseado, tememos perderlo.
No temas nunca y acepta tu MAGNIFICENCIA.
Dios nos creó a su imagen y semejanza. Nosotros creamos el resto por medio del Poder que Dios nos da.
Recuerda! El Temor es la ENERGÍA que CONTRAE, CIERRA, CAPTA, HUYE, OCULTA, ACUMULA y DAÑA.
El AMOR es la ENERGÍA que EXPANDE, ABRE, EMITE, PERMANECE, REVELA, COMPARTE y SANA.

Entendamos mejor lo que es el PENSAMIENTO PROMOTOR.
Otro ejemplo: un muchacho sueña con conquistar a una chica rubia, habla todo el día de ellas, las señala, las piropea. Una noche, de camino a una disco ve un propaganda en la calle donde la modelo es morena. Queda impresionado con sus ojos almendrados y sus curvas sinuosas. Sigue camino a la disco y se olvida del afiche. En la disco entre muchísimas rubias ve una morocha deslumbrante. Se acerca, la seduce y la conquista. Con el tiempo se casa con ella.
El día de su casamiento dice "a mí que siempre me gustaron las rubias me terminé casando con una morocha!"
Bien... qué nos enseña el ejemplo?, dónde se encuentra el Pensamiento Promotor?. Sí, lo captaste! fue en el momento que vió la propaganda de la modelo morena. El, inconcientemente puso la emoción correcta en las morochas. Ese pensamiento quedó en el conciente por un par de minutos para luego quedar en el inconciente, transformándose en el pensamiento promotor, o sea el pensamiento dominante. Por eso, atrajo lo que su pensamiento promotor le pedía: una morocha!
Esto nos sucede a diario, deseamos algo pero no lo definimos. Cambiamos a cada instante nuestros gustos y deseos y eso nos retarda en la llegada de nuestro deseo. ¿Y qué pasa si a nuestra indecisión le sumamos nuestros temores? Vaya! definitivamente atraeremos más miedo y más duda.
Ejercicio para definir nuestras elecciones.
Para colocarnos en armonía con el Universo debemos conocer los motivos exactos por los que deseamos algo y también saber a quienes beneficiamos con ese deseo, a parte de nosotros mismos, por eso te propongo este ejercicio:
1.- Toma una hoja de papel en blanco y anota como título tu deseo y defínelo.
2.- Has una lista de cómo debe ser. Escribe todo lo que se te venga a la cabeza.
3.- Sigue escribiendo por qué debes tenerlo, en que te benefecia a tí.
3.- Del otro lado de la hoja escribe en que beneficia a los demás. Ej. si deseo emprender un negocio, beneficio a los demás dándole trabajo porque he de tomar empleados; a los proveedores que tendrán mayores ingresos en sus negocios, a mi familia porque podré comprar el televisor tal y tal, etc.
Este ejercicio te ayudará a hacer de este deseo el Pensamiento Promotor o sea el pensamiento dominante, para que el Universo te traiga lo que has deseado concientemente.
Mirna